A los 17 años se recibió de Maestra.
Ni maestra, ni licenciada en pedagogía.
Maestra, así con mayúsculas, con el sueño de poner el alma en cada clase... en cada alumno...
Creo que lo logró.
Horas y horas de su vida preparando clases, materiales, recursos innovadores...
Siempre estudiando, mejorando, al día con nuevas metodologías y nuevos pensadores.
Siempre peleando con los directivos, haciendo oír su voz interior, tratando de introducir cosas nuevas.
Fue la primera en introducir el sistema de proyectos en su escuela.... la primera en organizar exposiciones para que los chicos muestren lo que habían investigado, creado, aprendido con cada proyecto.
Fue la única maestra que conozco en llegar a su casa después de clases con un puñado de chicos... para enseñarles fuera del horario escolar, porque necesitaban apoyo extra... sin cobrarles un céntimo, por supuesto.
Hoy tiene una experiencia de 40 años en la docencia. Un facebook lleno de exalumnos que le escriben, le agradecen, la llenan de cientos de recuerdos que marcaron sus vidas, y le presentan a sus hijos...
Hoy es mi fiel apoyo en este camino de educar en casa. Aunque está a miles de kilómetros de nuestra casa, siempre llega material, ideas, porras y cuestionamientos que nos hacen ser mejores.
Ella es la mejor Maestra que conocí.
Ella es mi mamá.
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A partir de hoy va a participar activamente del blog, aportando con una visión llena de experiencia, ayudándonos a bajar a tierra ciertas ideas que tal vez andan volando por ahí, contándonos las cosas que mejor resultados le dieron a la hora de enseñar tal o cual cosa.
Está abierta a consultas, objeciones o cualquier cosa que quieran comunicarle. En breve su presentación, escrita con sus deditos.... pero no podía dejar de escribir un breve prólogo anticipando su llegada...
BIENVENIDA!!!
3 comentarios:
ah, me emocione!
Ayyy yo también me he emocionado. Debe ser incríble compartir todo esto madre-hija-nietos. Estoy deseando leer sus aportaciones. Muchos besos.
... yo también me emocioné cuando lo escribí! =) Sandra, tenés toda la razón, es increíble poder compartir con mis hijas y con mi mamá la aventura de la educación sin escuela.
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