Hace años leí por ahí (sí, tengo el defecto de citar el contenido pero no la fuente... problemas de retención!) que no es lo mismo, por ejemplo, leer acerca de la reproducción de la rana que TENER LA EXPERIENCIA de la reproducción de la rana. La experiencia es una forma de aprendizaje absolutamente diferente.
De casualidad una mañana de octubre nos fuimos a un parquecito a jugar, y como en esos días había llovido, debajo de los columpios había un charco, y... oh sorpresa!!! estaba repleto de renacuajos!!! Cuando llegamos unos niños los estaban, digamos, torturando... así que nos acercamos y sin decir nada tomamos unos vasos plásticos que estaban tirados y comenzamos a salvar renacuajos. Los chicos dejaron de molestarlos automáticamente y se dedicaron a observarnos.
Los llevamos a casa y empezó nuestra aventura!!!! Aprendimos qué comen, en qué condiciones criarlos.... todos estábamos tan entusiasmados!!! recuerdo en la mañanita ver a mi pareja y a mi cuñado ir al patio a mirarlos un buen rato antes de irse a trabajar... no se sabía quien estaba más entusiasmado!!
Comenzamos a llevar un diario de campo donde Gaia anotaba sus observaciones, los cambios que iba notando, etc.
Días después volvimos al parque y había más charcos, esta vez con huevitos!!! para completar el círculo, tomamos huevos y a casa!! ahí pudimos ver como esos puntitos negros se transformaron en larvitas que salieron de los huevos y siguieron con el ciclo de los anteriores. Ya estábamos hablando de cientos de renacuajos, así que un día el tío se apareció con una gran pecera!!!
Todos nos convertimos en cazadores de hormigas para alimentarlos....
... y todos vivimos con una mezcla de tristeza y alegría el viajecito a un campito para soltar a las ranitas diminutas....
Los invito a animarse en la próxima temporada de lluvias!
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